Leyendas de Tampico y Madero
- robertoymariela91
- 2 oct 2015
- 5 Min. de lectura
LA NIÑA DEL DESFILADERO
Esta historia tiene lugar en Tampico, Tamaulipas, México.
En este puerto existe un cementerio muy viejo el cual está situado sobre la Avenida conocida como “Avenida Hidalgo”, del cual han brotado muchas leyendas desde sonidos y gritos hasta apariciones.
En la parte trasera del cementerio existe una avenida, al cruzarla hay un desfiladero.
En esta avenida se ha aparecido varias veces una niña , pero ella no pide ayuda, ni que la lleven, simplemente aparece en medio de la calle .
Varia gente que acostumbra pasar por ahí de día o de noche, comentan que la han visto, tan claramente como se ve a cualquier persona.
Las personas coinciden con la descripción de que es una niña de aproximadamente 8 años, blanca, pelo rizado (unos dicen que es pelirroja, rubia o castaña) y vestida con un vestido de primera comunión .
La gente al verla pueden ver un rostro sonriente, que no refleja ninguna maldad o desconfianza.
Cuando las personas desvían la mirada por un momento ya no pueden volver a verla, nadie sabe de dónde sale o adónde va.
Pero esta aparición ha sido causa de varios accidentes, no fatales ya que el desfiladero tiene muchas medidas de seguridad para evitarlos, ya que los conductores al ver a la niña a media calle, tratan de desviar el carro para no golpearla.
Cuando se detienen con algún árbol o muro y salen para ver si la niña está bien o para regañarla después se dan cuenta de que no está.
Hay quien incluso se asoma abajo del vehículo pensando que posiblemente este ahí.
Algunos comentan que cuando la ven salen corriendo ya que la reconocen por las historias que la rondan. Algunos piensan que está esperando a alguien, o que está enterrada en el cementerio y sale a jugar.

LA MUJER VAMPIRO DE CIUDAD MADERO
Cuentan aquella trágica historia de alrededor de los años 70 de la mujer vampiro de Ciudad Madero, Tamaulipas.
Esta mujer era muy religiosa, dedicada en cuerpo y alma a las actividades que realizaba el Padre Ignacio Rosiles, padre de la Parroquia San Juan Bosco en la colonia Árbol Grande de Ciudad Madero.
Ella era muy querida por la gente que vivía en los alrededores de la parroquia, ya que hacia muchas cosas buenas para las personas.
Lo cual en ocasiones decía : "Me gustaría que sepultaran mi cuerpo en esta parroquia cuando muera".
Las razones por que lo decía es por que se sentía muy querida por la gente que ella le brindaba su mano.
Pero antes de que falleciera, se fue a vivir lejos de ciudad Madero con su familia. Murió lejos de ahí, sin ser respetada su voluntad.
Años después, su cuerpo fue trasladado a Ciudad Madero, mucha gente la recibió en su ataúd, pero antes de que llegara a las puertas de la Parroquia accidentalmente su ataúd fue abierto dejando al descubierto todo su cuerpo, la gente al verla lanzo gritos desgarradores.
Pues esta mujer tenia unas uñas largas, cabello largo y unos grandes colmillos.
Desde ese entonces la llaman la mujer vampiro.
Las supersticiones y arrogancia de la gente han intentado quemar su cuerpo, olvidándose de las cosas buenas que ella hizo en vida para ayudar a quienes lo necesitaban.
Dicen que la han visto volando alrededor de la parroquia, otros dicen que se roba a los niños que se portan mal.
Hoy en día la gente habla con temor a ella, ya que su cuerpo esta en el sótano de la Parroquia San Juan Bosco, en Árbol Grande, Ciudad Madero, Tamaulipas.

Pepito "El Terrestre"
Paseando por Tampico, en México,
Supe hubo un hombre realmente especial,
No por sus méritos académicos,
Sino por su estatura, la cual le volvió
Tan ícono, cuanto hasta estatua tiene.
Se le puede ver sentado en la plaza de Armas
Mirando los paseantes, quienes no resisten
La tentación de tomarse una fotografía con él,
Sentarse en sus piernas ¡Y manosearlo!
Y eso, no porque haya sido algo más a una persona normal
Sino precisamente por serlo, sólo que...
Creció demasiado hasta alcanzar
La estatura de 2.20 mts.
Cosa le hizo especial.
Trabajó en este puerto, en los trabajos
Que se dan en todos los puertos.
Su fuerza descomunal, hizo que una ocasión,
Cargara cuatro bultos de azúcar, cosa 160 kilos,
Y cuando unos policías quisieron llevarlo
Detenido por andar ebrio, dicen fue tan grande su furia,
Cuanto volteó la patrulla, parándola de cabeza.
Poco a poco por afectuoso, convirtió en leyenda urbana
No trabajó en un circo, por decir, deber cuidar
A su madre, que hasta su ropa cosía.
Un zapatero remendón, le hacía sus alpargatas
Si acaso hizo un comercial, recomendando vitaminas.
Pero lo que sí, fue emblema de buen humor
Al grado demasiada gente,
Cuando de hacer su estatua se trató,
No dudó en obsequiar bronce, llevando llaves inútiles,
Para que la estatua luciera, tal como luce ahora,
En pleno centro de Tampico.

El niño del Triciclo
Cuenta una leyenda de Tampico (Tamaulipas), que aquellos viajeros con intenciones de pasar un momento vacacional en sus playas, pueden ser víctimas de un encuentro inesperado y algo impactante durante su trayecto, en un punto específico de la carretera frente a una tienda de autoservicio.
Las personas que paran ahí a descansar o abastecerse de provisiones cuando ha caído la noche, ven a mitad de la calle un niño paseando en su triciclo.
Este hecho es demasiado inquietante para quien lo presencia, pues es una vialidad muy transitada, en especial por camiones de carga, y resulta muy extraño ver al pequeñito paseando con tranquilidad sin la supervisión de nadie y exponiéndose a ser atropellado en cualquier momento.
Las personas de inmediato bajan de sus autos o salen de la tienda para alejar al niño del peligro, pero al llegar al punto donde lo vieron, él ya no está ahí, se ha esfumado.
A pesar de que lo buscan por los alrededores es imposible dar con su paradero. Así que la gente decide reanudar su viaje.
En el momento que suben al coche para continuar y encienden la luces, nuevamente ven al pequeño avanzando hacia la carretera frente a ellos…y unos metros más delante…desaparece ante la vista atónita de todos los testigos.
Después de esto, son menos los curiosos que se bajan a averiguar sobre lo sucedido, la mayoría prefiere marcharse cuanto antes. Lo cual parece correcto, pues de quedarse sobre la carretera tratando de encontrar al pequeño que minutos antes se desvaneció, podría provocar que ellos fuesen los atropellados.
Al regreso del viaje, aquellos que lo hacen de día, pueden aclarar un poco su confusión sobre el niño del triciclo, ya que se divisa a orillas de la carretera una lápida, acompañada de una estatua de angelito, que según testimonios de los trabajadores de la tienda, pertenece a un niño que fue atropellado mientras sus padres hacían las compras, ellos bajaron su triciclo para que paseara en el estacionamiento, sin embargo el subió a la carretea y un camión termino con su vida.
Al parecer el pequeño aún no se entera de su muerte y sigue con ese paseo eterno que perturba la paz de aquellos que lo miran, o cómo piensan otros, se aparece a propósito con intensión de provocar un accidente a sus testigos, pues ya se cansó de jugar solo.

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